Carla tiene 19 años, se crió sin padre y con una madre ausente. Su mundo de fiestas, amigos y vaivenes emocionales se ve invadido por el súbito retorno de su madre a Buenos Aires. La convivencia forzada sacará a la luz una relación ríspida, por momentos hilarante, entre una madre que quiere vivir como una adolescente y una hija que quiere crecer.